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jueves, 26 de mayo de 2011

“Las metas de la ciencia”

Por: José Antonio Rumoroso Rodríguez

México, D. F.

It is not enough that the goals of the scientific research orient their results to obtain the well-being of a society; the true purpose of science would have to be oriented to the benefit of the same humanity.


No basta que las metas de la investigación científica orienten sus resultados para lograr el bienestar de una sociedad, la verdadera finalidad de la ciencia debiera estar orientada al beneficio de la humanidad misma.

Introducción.

A lo largo de la historia humana diversos filósofos e investigadores han tratado sobre el desarrollo de la ciencia y el conocimiento, de tal suerte que no resulta sencillo mostrar cierta originalidad al revisar aspectos filosóficos de la ciencia. Sin embargo, siempre es posible presentar un punto de vista individual en las propias experiencias, el cual hoy se presenta.

La estructura del ensayo es la siguiente:

  1. La expansión del conocimiento.
  2. Combatir supersticiones y dogmas.
  3. Desarrollar disciplina en el modo de pensar.
  4. Preparar a las comunidades científicas para optimizar las funciones de docencia y enseñanza.
  5. Servir a la sociedad.

1. La expansión del conocimiento

Parece claro que la meta de la ciencia es la expansión del conocimiento. Todos al parecer estamos de acuerdo con ello y, sin embargo, resulta muy conveniente precisar los límites de este aserto, especialmente por lo que se refiere a los límites de la ciencia misma. Se está de acuerdo en considerar que la observación y los sentidos es parte importante de la metodología misma de la ciencia, pero ¿la simple observación, es ciencia por si misma? Considero que no, y ni siquiera cuando las observaciones se hacen con gran precisión, con ayuda de aparatos que auxilian y extienden la capacidad de nuestros órganos de los sentidos, o cuando va acompañada de mediciones hechas con la mayor exactitud posible. La observación simple no es, ciertamente ciencia, a menos que se le agregue la actitud filosófica de tratar de establecer relaciones causales entre los fenómenos que se registran. Un ejemplo que podría aclarar esta situación es la siguiente: ¿Podría considerarse como ciencia la medición precisa de los granos de arena de todas las playas del mundo? Seguramente que no. Sin embargo, para hacer ciencia, primero se observa, luego se mide y se clasifica, pero no se hace realmente ciencia sino hasta que se intenta establecer una relación causal, se infiere, se formulan hipótesis, se predice y se hacen experimentos para probar estas hipótesis y predicciones, sin tales hipótesis no concordarán bien con los hechos, se habrán de formular nuevas hipótesis y realizar nuevos experimentos para así probarlas. Por lo que podemos concluir que sólo se hace ciencia cuando interviene el intelecto humano para el estudio y el análisis de los datos de la observación; y así establecer las relaciones causales entre las variables del fenómeno, conocer los mecanismos y formular las teorías.

2. Combatir supersticiones y dogmas

Muy a menudo nos admiramos y maravillamos de los enormes progresos alcanzados por la ciencia; y sin embargo, tenemos que reconocer también que aún existen muchas personas que siguen dominadas por un gran número de prejuicios y supersticiones, que muy fácilmente están dispuestos a aceptar.

Si personificáramos a la ciencia como Atenea, o como Minerva, seguramente que, si se asomara por una ventana a ver pasar a la gente común y corriente, veríamos en ella una marcada cara de desdén, lástima, o de orgullo herido.

Muchos periódicos, incluyen una sección sobre astrología y, lo que resulta peor, es que muchas personas ajustan su comportamiento a lo que estas señalan. En algunos países, el piso 13 de los edificios no existe. El gato negro y algunas de las piedras preciosas son vistos por algunos con cierto temor. Las religiones siguen siendo aún el refugio donde buscan y encuentran consuelo millones de personas y sociedades. Los partidos políticos hacen sus ideas verdaderos dogmas a los que sus partidarios se aferran ciegamente y por los que serían capaces de ofrendar hasta sus vidas.

En la misma ciencia, a pesar de que la actitud habitual es considerar los hallazgos científicos sólo como verdades provisionales, aún existen y tal vez seguirán existiendo, los dogmas ya que éstos son el resultado de la intervención de la mano del hombre.

Antes del renacimiento se aceptaba sin discusión todo lo que Aristóteles había dicho. Redi, en su libro Experimentos sobre la generación de los insectos (1909) cuenta que Antígono, Plinio, Plutarco, Nicandro, Eliano y Arquéalo admitían que algunos insectos se originaban de la carne muerta de los caballos. El comentarista griego Nicandro atribuía la propiedad creativa sólo a la piel del caballo y agregaba que era condición necesaria que el caballo hubiera sido mordido por un lobo.

El mismo Redi menciona que, según Aristóteles las coles daban origen a las orugas, y comenta “yo he sido capaz de ser testigo de este hecho notable, aunque sí he visto que las mariposas ponen sus huevecillos en los tallos de las coles”. Como señalaremos más adelante, Redi fue uno de los primeros experimentadores que dieron un golpe mortal y decisivo a la teoría de la generación espontánea.

Durante el Renacimiento, Galileo y Server perseguidos por su atrevimiento de pensar en contra de los dogmas de la Iglesia.

En la actualidad, la teoría de la relatividad de Albert Einstein modifica de manera importante la rígida física Newtoniana.

En la neurofisiología, las ideas dogmáticas de Eccles domina la forma de pensar de muchos neurofisiólogos, a pesar de que ya existen muchos datos de observación en contra de tales dogmas.

Actualmente la ciencia tiene a su servicio los modernos medios de comunicación masiva que ella misma ha creado. Sin embargo, ¿Por qué hace poco uso de estos medios de comunicación para su beneficio? Tal parece que vemos aquí una muestra de la poca prudencia o tal vez de la incapacidad de esta especie que se ha denominado a sí misma, pretensiosamente, como Homo Sapiens.

3. Desarrollar disciplina en el modo de pensar

Uno de los papeles más importantes del desarrollo de la actividad científica es su estupenda labor educativa de la mente. La observación, para ser fructífera, ha de ser realizada en forma sistemática. El análisis de los problemas científicos enseña una disciplina en el manejo de datos, en el planteamiento de las hipótesis, en el juicio de los resultados y en la elaboración de teorías. Esta operación mental, necesariamente se refleja en la adquisición de conocimientos, o sea, en el uso de la experiencia previa en beneficio de la manera de abordar y buscar soluciones a los nuevos problemas. Además, esta actitud aprendida trascenderá y será empleada, naturalmente, en el comportamiento del hombre de ciencia fuera de su medio natural: el laboratorio. Se reflejará también en el comportamiento de sus colaboradores y estudiantes, a quienes su ejemplo influirá positivamente.

4. Preparar a las comunidades científicas para optimizar las funciones de docencia y enseñanza

El investigador, por el hecho de trabajar en las fronteras del conocimiento, le es posible juzgar mejor el valor que tienen las afirmaciones que aparecen en los libros, el investigador es el profesional que está mejor capacitado para transmitir a los estudiantes la información referente a las materias que imparten dentro de la esfera de su especialidad.

Los libros de epistemología, suelen expresar en forma dogmática, la información existente. Los datos nuevos que contienen presentan necesariamente, un notable atraso de por lo menos un par de años (el tiempo transcurrido entre la preparación de las distintas revisiones y reimpresiones). El conocimiento va evolucionando en forma vertiginosa por las contribuciones de los numerosos investigadores, y los nuevos hechos y las nuevas interpretaciones no pueden modificar las teorías que se consideraban aceptables cuando se escribió el libro.

El investigador, generalmente está enterado de los nuevos hallazgos, o aún puede ser el autor de éstos, de tal suerte que es él quien pude agregar la información reciente que posee. Su familiaridad con las técnicas experimentales lo faculta para valorar el grado de confianza que merecen las interpretaciones que se hacen de los resultados experimentales.

Al expresar su opinión, aunque esta difiera del autor o los autores del libro, y reforzará en los estudiantes el concepto de las verdades científicas que son solamente provisionales, y que hay que verlas con cierto escepticismo y no permitir, así, que puedan servir de base a perjuicios que pudieran entorpecer la búsqueda de nuevas leyes y nuevas teorías.

5. Servir a la sociedad

En los últimos años, con base en el hecho de que el avance del conocimiento ha dado lugar, no solamente a resultados satisfactorios para el bienestar de la humanidad, sino que ha dado también origen al desarrollo de armas mortíferas y otras situaciones de peligro, se ha manifestado entre el público cierto temor hacia la ciencia. Se señala: que la meta de la investigación científica debiera estar orientada, exclusivamente, hacia el beneficio de la sociedad, de tal suerte que no parece estar justificada la actitud de un hombre de ciencia cuando dice: “A mí denme lo que yo necesito para investigar lo que a mí me gusta, y no se me impongan restricciones de ninguna clase”. Esta manera de pensar no tiene cabida en la sociedad moderna. Pudiera decirse que es la sociedad la que tiene el derecho de marcar las rutas de la investigación para la solución de sus problemas. Su derecho puede fundamentarse en la expresión; “el que paga a los músicos tiene el derecho de elegir la canción que desea escuchar”. Se sabe que la ciencia y la tecnología producen, cada vez mayores cambios en la compleja estructura de la sociedad, y que estos cambios abarcan nuestros sistemas ecológicos, nuestra salud, nuestra estructura mental y tal vez en un menor grado, nuestra cultura, nuestros valores y nuestras instituciones.

Ya lo señalaba tempranamente Descartes en su Discurso del Método:

“Por la investigación científica es posible llegar a conocimientos muy útiles para la vida. En lugar de aquella filosofía especulativa que se enseña en las escuelas, se puede encontrar una filosofía práctica. Conociendo la fuerza y las acciones del fuego, del agua del aire, de los astros, de los cielos, y de todos los otros cuerpos que nos rodean, tan distintamente como conocemos los diversos oficios de nuestros artesanos, podríamos aprovecharlas para todos los usos para los que son propias, y hacernos, así, dueños y poseedores de la Naturaleza. Esto es de desear, no solamente por la invención de una infinidad de artificios que nos permitirán disfrutar, sin ninguna pena, de los frutos de la Tierra y de todas las comodidades que se encuentran en ella, sino principalmente para la conservación de la salud que es, sin duda, el primer bien y la finalidad de todos los demás bienes de esta vida. Hasta el espíritu depende de tal manera del temperamento y de la disposición de los órganos del cuerpo que, si fuera posible encontrar algún medio que hiciera a los hombres más sabios y más hábiles de lo que han sido hasta ahora, es en la medicina donde debemos buscar. Es verdad que la medicina actual tiene pocas cosas de utilidad notable, sin que yo tenga intención de menospreciarla, tengo la seguridad de que no hay nadie, ni los mismos que hacen profesión de ella, que no confiesen que todo lo que sabe en la medicina actual es casi nada en comparación con los que falta por saber. Si no nos lo impide la brevedad de la vida o la falta de experiencias, pienso que no hay mejor remedio contra esos dos obstáculos que comunicar fielmente al público lo poco que yo hubiese encontrado, invitar a los indigentes a tratar de pasar más adelante y contribuir, cada uno según su inclinación y sus posibilidades, a las experiencias que será necesario hacer. Además, habría que comunicar al publico todas las cosas que cada cual aprendiese, a fin de que, comenzando los últimos allá donde los precedentes hubiesen terminado, y juntando así las vidas y los trabajos de diversos hombres, llegásemos todos juntos mucho más allá de donde cada uno en particular podría haber llegado”

No solamente porque lo dijo Descartes, pero sí parece muy razonable que se pida que una de las metas de la ciencia sea servir a la sociedad. A este respecto, estamos de acuerdo con Sócrates, cuando dijo “Las cosas más importantes en el Universo las constituyen los seres humanos” Muchas veces la arrogancia y soberbia que mostramos en el concepto con el cual nos hemos calificado, el de Homo Sapiens, nos hace considerar que la frase de Sócrates es una perogrullada, y que, en consecuencia, nos obliga a dedicar nuestro esfuerzo al estudio de los problemas del hombre.

Es cierto que muchos de estos problemas no pueden ser actualmente abordados sin antes cambiar de corrientes filosóficas y establecer normas de ética. Por ejemplo. ¿Está justificado luchar contra la explosión demográfica por medio de los profilácticos y por la legalización del aborto, de la pena de muerte y de la eutanasia? ¿Es conveniente buscar el mejoramiento de la especie humana mediante el control genético? ¿Debemos admitir que no existen bases biológicas firmes de la igualdad entre los seres humanos? ¿Debemos pedir que todos los hombres de ciencia desciendan de su torre de marfil para enfrentarse al problema más importante de los pueblos en vías de desarrollo, el de asegurar para todos casa vestido y sustento?

Conclusiones.

** Una de las metas de la ciencia sea servir a la sociedad.

** Uno de los papeles más importantes del desarrollo de la actividad científica es su estupenda labor educativa.

** La ciencia actualmente puede hacer “ciencia” de dos tipos: la primera como una meta profundamente idealista para la satisfacción espiritual, y la segunda con una meta pragmática para el consuelo de todos.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Artículo: Tips para inciar tu propio Café Socrático

Por Christopher Phillips y Cecilia Phillips


¿Cómo puedo encontrar el lugar correcto para hospedar un Café Socrático? Bibliotecas, centros comunitarios, librerías, y cafeterías son grandes lugares para albergar un café socrático. Las cafeterías independientes que se dedican especialmente a alcanzar un compromiso comunitario, están usualmente muy abiertas a la idea.


Cómo facilitar un Café Socrático


Ahora que has encontrado una cafetería o librería u otro lugar para llevar a cabo un café socrático de manera regular, una pregunta urgente sería ¿Cómo iniciar un café socrático? ¿Qué tipo de preguntas son las apropiadas? En un café socrático, cualquier tipo de pregunta puede ser semilla para un diálogo muy significativo. Virtualmente cualquier pregunta puede ser seleccionada y observada en un sentido filosófico.


Ejemplo 1: Cuando Timothy McVeigh murió, una persona que buscaba discutir por que esto había sucedido, el marco de la pregunta fue realizado en un sentido amplio en el cual el grupo podía observar no únicamente sobre este tema en particular, extendiendo el rango sobre otros asuntos importantes de la filosofía encontramos que eso estaba relacionado. La pregunta fue: ¿Quién posee vida humana?


Ejemplo 2: Poco después fuimos a la guerra con Irak, las personas buscaban hablar acerca de si esto había sido el curso apropiado de acción. Para convertir esto en un sentido filosófico, había que observarlo en ambos sentidos -abstracto y concreto- en el cual esta particular guerra podía ser yuxtapuesta con guerras a través de la historia. Ellos enmarcaron la pregunta de la siguiente forma: ¿Qué es una guerra justa?


Ejemplo 3: Un grupo de asistentes del café socrático buscaban examinar lo así denominado como “matrimonios gays” en un sentido filosófico, en un sentido que no guiara el debate precipitadamente arrastrándolo a una confrontación entre personas, pero sí de alguna manera que se pudiera examinar el tema cuidadosamente, y también de una manera en la cual el matrimonio gay, fuera observado en el contexto más amplio de la institución del matrimonio en conjunto. La pregunta fue realizada de la siguiente forma ¿Qué es un excelente matrimonio?


¿Cómo podemos decidir sobre una pregunta para discutir?


Pida a los participantes preguntas. Anímelos a proponer cualquier pregunta que esté en sus mentes para el discurso socrático. Sus preguntas no tienen porque ser sobre temas tradicionales. Lea todas las preguntas aportadas por los participantes y entonces tenga dos votaciones: Primero, anímelos a seleccionar cualquiera de las preguntas enlistadas, significa que ellos pueden votar más de una vez, pero pídales votar únicamente por estas preguntas, eso los hará sentirse menos expertos y más curiosos y perplejos, porqué nosotros hemos encontrado, una y otra vez, que estas preguntas que dejan que sientas que la tierra se sacuda un poco debajo de tus pies, son las que tienen más valor cuestionando de manera socrática (considerando que, si tú votas por una pregunta en la cual tú crees saber la respuesta, éste podría ser un ejercicio un tanto vacio).


Entonces, vota una segunda ocasión, sobre estas dos o tres preguntas que estuvieron arriba en la votación durante la primera ronda. Esta vez, los participantes pueden únicamente votar una vez (el facilitador no puede votar, si hay un empate, deje la decisión de la pregunta ganadora a una moneda). Seleccione la pregunta que obtenga más votos.


¿Cómo pongo en marcha una discusión sobre la pregunta seleccionada?


Al principio, deje que unos pocos de participantes respondan a la pregunta de cualquier forma que ellos deseen. Pero sólo cuando ellos piensen que esta es la respuesta adecuada y asuman que es del todo confiable y sin nada subyacente, empiece probando el método de preguntas de la forma Socrática. Este es, examínelo: 1) Incorpore suposiciones, 2) Encaje conceptos, 3) Diferencias de tipo y grado, consistencias e inconsistencias lógicas, entonces trate de buscar compilando objeciones y puntos de vista alternativos.


¿Como puedo encontrar preguntas incorporando suposiciones?


Por ejemplo, cuando un participante realice una pregunta de aparente profundidad como ¿Cómo podemos nosotros superar la alienación? Necesitas en un inicio combatir la premisa de la pregunta. Tu puedes preguntar: ¿Es la alienación algo que nosotros siempre queremos superar? Shakespeare y Goethe pueden haber escrito sus eternos trabajos porque ellos abrazaron una especie de alienación más bien que intentar escapar.


¿Cómo están los conceptos encajados en la pregunta?


Para probar la pregunta de superar la alienación, primero necesitas preguntar y responder sobre algunas cuestiones como: ¿Qué es la alienación? ¿Qué significa superar la alienación? ¿Por qué podríamos nosotros siempre querer superar la alienación? Así separando los conceptos y explorándolos de forma individual, cada uno podrá observar la pregunta desde una nueva perspectiva.


¿Qué son ejemplos que exploren “diferencias de tipo y grado”?


En respuesta a la pregunta sobre la alienación, tú podrías preguntar: ¿hay algún tipo de alienación que quieras superar y otros tipos que no quieras superar del todo sino más bien incorporarlos a ti? ¿Cuáles son algunos de los muchos diferentes tipos de alienación? ¿En qué difieren? Pero también, ¿Cuáles son los aspectos que los enlazan? ¿Es posible estar completamente alienado?


¿Cómo puedo saber si hay puntos de vista alternativos?


Podrías pensar que ya te encuentras listo para predecir las respuestas. Pero tú y cada uno de los demás probablemente serán sorprendidos por lo que puede hacer sólo la diversidad y la apertura de mental, explorando el significado de los términos que han sido utilizados. Los participantes revelarán y articularán conceptos básicos de filosofía que ellos pueden tomar para conceder o negar. Esto hace que la discusión se torne espontánea y emocionante.


¿Qué puedo hacer con las personas que quieren monopolizar la conversación o quienes no muestren respeto por otros participantes?


Desde que los cafés socráticos son sostenidos en lugares públicos cualquiera es bienvenido a participar. Es muy importante crear un ambiente en el cual todos los participantes se sientan confortables para participar y escuchar. Si uno de los participantes quiere dominar la discusión e interrumpe constantemente a los demás, el facilitador necesita ser asertivo, y hacer que otros opinen también. Si es necesario, puedes hablar en privado con la persona y ponerlo al tanto gentilmente de que él o ella necesita ser más considerado con los otros los cuales también quieren opinar algo.


Puedes explicarle que las personas calladas o tímidas pueden sentirse intimidadas si ellos son interrumpidos por personalidades más agresivas y que quieres crear y mantener un ambiente de seguridad, cuidado y apoyo para todos los participantes.


Alguna vez, una persona que seguramente habrá tenido un mal día, simplemente no respetará los parámetros del discurso, y persistirá en dominar, monopolizar y atormentar, a pesar de tus sentidas tentativas de explicar el carácter de los cafés socráticos. En tal caso, usted lamentablemente tendrá que sugerirle que deje el lugar, a fin de que esto no lleve a la disolución del grupo entero por el inapropiado desarrollo. (Si esto llega a suceder, esté seguro de animar a la persona para empezar un grupo de discusión que sea más a su gusto, que refleje su preferencia que más que comprensión filosófica puede ser combate verbal).


¿Cómo puedo animar a las personas a hablar?


Al inicio puedes ser el único facilitador, porque tomaste la iniciativa para organizar el grupo, y porque otros simplemente no desean intentarlo. De cualquier forma en otro momento tú podrás buscar en otros participantes, especialmente en aquellos que son particularmente cuidadosos, pensativos, atentos y cuestionadores (no es importante si ellos tienen experiencia con la filosofía o no).


Un café socrático debe significar una refrescante alternativa, donde un espíritu igualitario permite muchas voces. Así, el mejor facilitador será el de mejor actitud. Cada facilitador traerá un diferente estilo, el cual enriquecerá los diálogos y ayudará a asegurar la viabilidad a largo plazo del grupo.


¿Los facilitadores tienen que ser neutrales o pueden ellos expresar sus perspectivas también?


Como cada quien en el grupo, el facilitador de un café socrático está esforzándose por ser un mejor cuestionador. Como un facilitador, observarás que es realmente difícil permanecer neutral. Los tipos de preguntas que tú realices en el curso del diálogo, son ellas mismas una reflexión de tu curiosidad personal. Sin embargo, deberás esforzarte por ser un poco más neutral que el resto. Recuerda que no eres un maestro, y tu propósito no es dirigir al grupo hacia una respuesta con certeza o hacia la verdad. Si monopolizas la discusión, otros pueden sentirse intimidados o fuera del diálogo. Tu papel como facilitador es ayudar e inspirar a otros articulando sus perspectivas.


Al inicio


Al principio de cada café socrático, y regularmente a través del curso del diálogo, particularmente cuando las personas empiezan con confrontaciones y pierden la pista que deben recorrer, tú podrías ayudar a los participantes. Para que esto tenga lugar, cada participante debe necesitar y querer cultivar su capacidad para llegar a ser un atento escucha, de hecho, la capacidad de escuchar a todos, hará que otros participantes compartan esta cualidad tan importante que un asistente al café socrático debe poseer.


Un café socrático debe ser una refrescante y animada alternativa para que grupos de personas encajen con otros. Esto significa ser exactamente lo opuesto, de los tipos de debates despreocupados, satíricos y polémicos, en los cuales los integrantes gritan e interrumpen, intimidando a la mayoría, enganchando frecuentemente a los “ganadores” intolerantes, o cualquier cosa que eso signifique. Un café socrático significa cultivar nuevos hábitos de discurso, en los cuales el propósito primario es inspirar a cada persona dentro de la comunidad a cultivar y descubrir sus puntos de vista, nada más y ciertamente nada menos.


Facilitador y participantes: qué hacer y qué no hacer


Ser un activo y muy atento participante. Respetar las ideas de cada participante es la llave fundamental de un café socrático. Ser siempre abierto a lo que las personas tienen que decir aunque estés en desacuerdo. El facilitador necesita dejar al grupo saber que ponerse por debajo de los demás es absolutamente un tabú en un café socrático.


Anime a los participantes ofreciendo ejemplos específicos que respalden lo que ellos tomen como un punto de vista universalmente aceptado. El facilitador debe intentar obtener de ellos información para soportar sus perspectivas con fuerza, bien construidas y puntos de vista razonados.


Cuestione las perspectivas ofrecidas por los participantes y trate de examinar y percibir inconsistencias lógicas, las metas colectivas para ser mejores en la realización de preguntas son para todos los participantes, no solamente para el facilitador.


No permita que el diálogo se vaya desarrollando sólo a través de dos personas, entre el facilitador y un participante (o entre un participante y otro), recuerde esta es una comunidad filosófica de investigadores. Así, un buen facilitador sabrá llevar dentro del diálogo a todos y cada uno por turnos.


Asegure de que todos tengan oportunidad de hablar. Invite, pero no presione a los participantes tímidos.

Sea receptivo a las respuestas inesperadas y poco familiares. Los facilitadores deben evitar dirigir el diálogo hacia direcciones preconcebidas, como si ellos supieran mejor que los otros cuales son las respuestas o preguntas que deben hacerse.


Los facilitadores se encuentran ahí como compañeros de investigación, nada más o menos, pero tienen un papel especial, el cual es motivar a todos a ir mas allá, ayudar a articular y descubrir perspectivas que normalmente ellos no tendrían el tiempo o la disposición de hacer. Esto significa que debes rechazar el papel de maestro a gurú, por lo menos en este caso, y mejor ser extremadamente cuidadoso en el momento de poner atención a aquellos que están realizando las preguntas que inspirarán a los participantes a revelar un punto de vista de mayor universalidad.


No intimide o presione a los participantes, eso los hace sentir incómodos. Debes dirigir a los participantes articulando sus perspectivas de la forma más clara posible. Así, si alguien no puede responder a tus preguntas, intenta apoyarte en otros participantes.


No fuercen los consensos. En la versión de la investigación socrática practicada en estos cafés, no importa si alguien termina o empieza un diálogo con perspectivas disparatadas. Nunca es necesario intentar forzar cualquier tipo de acuerdo.


Recuerde que el café socrático es solo una de las versiones del diálogo filosófico, y puede no funcionar para todos. Por esa razón quien no se sienta satisfecho con el estilo de discusión del café socrático, anímelos a formar sus propios grupos, así ellos podrán promover sus propios tipos de investigación filosófica.


No trate de llevar la discusión hacia un final forzado. La mayoría de los diálogo de cafés socráticos duran alrededor de dos horas (Si lleva a cabo el evento en una cafetería o cualquier lugar en el cual exista venta de alimentos y bebidas, es un inmenso beneficio para el propietario si tomas un receso de diez minutos, después de más o menos una hora de discurso). Un café socrático es considerado exitoso cuando los participantes dejan una discusión con muchas más preguntas de las que ellos tenían al iniciar.


No se preocupe demasiado por el número de la audiencia, o juzgue una reunión exitosa por que tenga mucha asistencia. Si una persona aparece, o un centenar, la única medida de éxito que puede haber es si existe un intercambio enriquecedor entre los participantes. Muchos americanos nos obsesionamos por los números. Es impresionante como muchas personas que están confiadas en empezar un grupo de diálogo se detienen después del primer intento. Cuando ellos observan que por lo menos 20 o 30 personas han desaparecido de la reunión. Esta es una declaración muy triste acerca de la genuina dedicación para el fomento del discurso crítico y la democracia deliberativa, debido a esta preocupación obsesiva por los números.


Hubo muchas semanas que los fundadores de la Sociedad de Investigaciones Filosóficas se estuvo reuniendo a veces con uno, dos, o cinco personas (y en un par de ocasiones sin asistencia alguna), ellos han sido grandes promotores de las reuniones (cuando nadie llegue puedes tener un agradable diálogo contigo mismo). Lo que importa es la dedicación. Si mantienes presencia en una base regular, a la misma hora y en el mismo lugar, las personas comenzarán a llegar, de manera lenta pero segura. Eventualmente tus reuniones llegarán a ser un punto clave en tu comunidad. Así podrás llegar a ser para otros un ejemplo de compromiso y dedicación a lo largo del tiempo, en una época en la que se piensa que la principal virtud es el éxito y la gratificación (aunque la gratificación podría llegar a lo largo del tiempo, viendo tus sueños realizados, vía dedicación y perseverancia por haber sorteado todos los obstáculos).


Nunca utilice lecturas o algún otro tipo de trabajos para iniciar un grupo de discusión. Esto no es un requerimiento para dirigir un proceso de grupo didácticamente.


Uno de los camino que nos ha llevado mas lejos del modelo tradicional de “club filosófico” es aquel donde no existe maestro, guía o gurú para dirigir la discusión, sin embargo sí un facilitador que simplemente asegure que el grupo elija una pregunta entre las propuestas por el grupo y le de seguimiento al diálogo, verificando que esté bien distribuido entre los participantes, de tal forma que todos puedan tomar parte.


Una lectura dirigida o sugerida de antemano es demasiado control, ya que lo que están reclamando otros tipos de grupos es traer la filosofía fuera del salón de clases, pero al final traiga a colación el modelo de clase con ellos. Después del diálogo, es el momento adecuado para que cualquiera que tomó parte de la discusión pueda sugerir a otros, que hay ciertos libros que ellos pueden querer echarles un vistazo, en los cuales se relata algo del tema discutido, así los participantes pueden desarrollar un sentido de afiliación de que ellos son parte de una maravillosa tradición de pensadores, que incluye grandes genios de diversas épocas y disciplinas, pero esto nunca se debe hacer como una forma de empujar el inicio del dialogo.


Un café socrático significa traer juntos una amplia sección de los intereses del grupo, tanto como sea posible (incluyendo personas que posiblemente no pueden leer, pero que seguramente tienen muy ricas experiencias para compartir en el curso de un diálogo), así las lecturas directivas podrían únicamente resultar exclusivistas, elitistas y algo presumidas, por lo tanto negativas para finalizar o iniciar un café socrático.



Nota:

El grupo de Café Filosófico de Hermosillo puede o no compartir las opiniones o métodos expresados en este artículo.